El siglo XX trajo importantes cambios sociales y mentales. Las dos grandes guerras mundiales provocaron una quiebra en el pensamiento contemporáneo, de tal manera que después de ellas el mundo sería distinto. Las reivindicaciones de los movimientos feministas, la incorporación de la mujer a la vida política y a la Universidad fueron transformando las relaciones sociales y profesionales. La situación de enfermeras, matronas y practicantes ante los avances técnicos y las nuevas formas de entender la salud y la enfermedad, junto con la construcción de nuevos y más modernos hospitales, contribuyeron a la búsqueda de una titulación que estableciera de forma más nítida el profesional que debía desempeñar las tareas de prestación de cuidados, cada vez más especializados. Esta titulación fue la de Ayudante Técnico Sanitario (A.T.S.).
El Hospital de las Cinco Llagas fue hasta comienzos de los años 70 el centro de referencia para la enseñanza de la Enfermería sevillana, en donde se impartían clases teóricas y prácticas. hasta que paulatinamente se fueron trasladando al nuevo edificio del Instituto Anatómico de la Facultad de Medicina.
Gaceta de Madrid con la aprobación del título de enfermera. Todo un hito histórico para la profesión enfermera en el siglo XX.
"Vista la instancia presentada por la Congregación de Siervas de María, Ministras de los enfermos, solicitando que se autorice para ejercer la profesión de enfermeras a las religiosas que acrediten tener los conocimientos necesarios con arreglo al Programa que con ese fin se establezca"
El Hospital de las Cinco Llagas fue hasta comienzos de los años 60 el centro de referencia para la enseñanza de la Enfermería sevillana, en donde se impartían clases teóricas y prácticas, hasta que paulatinamente se fueron trasladando al nuevo edificio del Instituto Anatómico de la Facultad de Medicina (Biblioteca Parlamento de Andalucía)
La organización de este hospital mantuvo la disposición de sus salasalojar como había sido en los siglos anteriores: amplias y largas para de un número elevado de enfermos. Estas salas, dispuestas en cruz, convergían en un altar central (Biblioteca Parlamento de Andalucía)
En este período se publicaron manuales para la formación de ambos profesionales, y también para las matronas. Textos como éste fueron empleados por las estudiantes de Enfermería sevillanas para su formación. En cierta medida, se estaba preparando la unificación de las tres profesiones (Fondo Bibliográfico Híades. Revista de Historia de la Enfermería)
Las Hijas de la Caridad desempeñaron un papel muy importante en la formación de las enfermeras sevillanas durante todo el siglo XX. Ellas participaron directamente en las distintas fases por las que ha pasado la Escuela de Enfermería de la Universidad de Sevilla (Biblioteca Parlamento de Andalucía)
Rosalía Robles Cerdán y sus compañeras matronas buscaron la dignificación de la profesión y su reconocimiento social, en una época, primeras décadas del siglo XX, en la que las profesiones sanitarias con prestigio eran ejercidas por hombres (Medicina, Cirugía, Practicante). Su interés giró en la formación de las matronas como agente de cambio en el colectivo (Híades. Revista de Historia de la Enfermería)
“S. E. el Jefe del Estado Español y en su nombre el Ministro de Educación Nacional: Considerando que, conforme a las disposiciones y circunstancias prevenidas por la actual legislación Don Francisco Jurado López, natural de El Rubio, de edad de 23 años, ha hecho constar su suficiencia en la Universidad de Sevilla, expido el presente Título de Practicante, que autoriza al interesado para ejercer, con arreglo a las leyes y reglamentos vigentes, la profesión de Practicante.
Dado en Madrid, a 30 de noviembre de 1944” (Museo Historia de los Cuidados. Herrera, Sevilla)
En estos años todavía en el laboratorio del Hospital, tanto las Hijas de la Caridad como las enfermeras eran las encargadas de la elaboración de ciertos medicamentos (Biblioteca Parlamento de Andalucía)